Articulada entorno a un patio

Los 250 m2 de la vivienda se articulan en torno a un patio central que posibilita la diferenciación de las distintas zonas de la casa: padres, hijos, acceso y estar-comedor-cocina. Muretes de piedra definen y acotan el exterior, delimitando de una manera natural el área edificada, adaptándose a los bancales del terreno e integrando el anexo como parte del conjunto. Geometrias nítidas, volúmenes puros y grandes superficies acristaladas fusionadas con las líneas arquitectónicas de las fachadas.